
Después de las manifestaciones por la defensa de las pensiones y el empleo, el ministro francés de trabajo, Eric Woerth, ha confirmado que la edad legal de jubilación se retrasará hasta los 61, 62 o 63 años. El ministro francés asegura que esta medida respeta un principio de justicia: trabajar más supone un esfuerzo que tendrá que hacer todo el mundo, sin excepción.
Conforme al principio de justicia, la reforma de las pensiones prevé que aquellas personas que han comenzado a trabajar antes se jubilarán antes.
El ministro de trabajo estima que el retraso de la edad de jubilación no provocará el aumento del número de parados sin derechos.
Para compensar la contribución solidaria de las rentas más altas, el gobierno francés se ha comprometido a mantener el sistema de pensiones por reparto y a salvaguardar el poder adquisitivo de los jubilados con aumentos de las pensiones similares al incremento de los precios.
No se prevé un aumento generalizado de los impuestos ni de las tasas sociales de las empresas, porque el Ejecutivo considera que eso perjudicaría la competitividad del país.
Según el ministerio del Interior, el número de personas que ayer manifestó su descontento en las calles fue de 395.000, lo que supone una movilización más reducida que en ocasiones anteriores. El secretario de estado de la función pública asegura que la baja participación muestra que los sindicatos han madurado y que aceptan las decisiones del gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario