miércoles, 12 de enero de 2011

Un anciano “indignado” sacude las conciencias francesas


A sus 93 años, Stéphane Hessel protagoniza desde hace semanas la actualidad. Su libro, ‘Indígnese,’ de apenas treinta páginas, se ha convertido en un fenómeno social en Francia. A día de hoy, ya se han vendido más de seiscientos mil ejemplares y sigue liderando las listas de éxito. Inspirado en el programa elaborado por el Consejo Nacional de la Resistencia –pacto entre patrones y sindicatos, derecha e izquierda, católicos y laicos en defensa de los valores comunes-, Hessel lanza un verdadero mensaje político: indignarse ante todo lo que en “nuestra época traiciona el bello proyecto de una sociedad libre y solidaria”. Es decir, indignarse ante las injusticias del mundo. Un mensaje que ha despertado el malestar entre la clase política.

Dedicado a los ciudadanos más jóvenes, el ensayo de Hessel describe la urgencia de indignarse ante las amenazas a la república, a la laicidad y a la democracia: “La actual dictadura internacional de los mercados financieros amenaza la paz y la democracia”. Apelamos a las jóvenes generaciones a vivir y a transmitir la herencia de la Resistencia y sus ideales. A ellos, les decimos: tomad el relevo, indignaos”.

El autor abarca polémicas actuales como el hecho de que Palestina lleve años sufriendo a la sombra de la indiferencia del mundo o temas como los ‘sin papeles’, el desfase entre ricos y pobres o las pensiones.

Cuando se le pregunta qué le ha impulsado a escribir este libro, Hessel responde “el sentimiento de traición al respeto de los ciudadanos por los dirigentes de todos los países mundo”. “Debemos salir de esta etapa de decepción y encontrar la confianza para los próximos combates”, añade el autor.

Hessel es un inmigrante judío, resistente durante la ocupación alemana en Francia en la segunda Guerra Mundial. Logró escaparse tras su deportación al campo de concentración de Buchenwald. Ha sido diplomático en la ONU y uno de los seis redactores de la Declaración universal de los Derechos humanos de 1948.

“La fácil contestación”

Para el psiquiatra, Boris Cyrulnik, más que una apología de una “política justa”, el autor proclama una “política sentimental”. También el primer ministro francés, François Fillon, ha hecho alusión al contenido crítico con el gobierno del ensayo de Hessel: “nada sería menos francés que la apatía y la indiferencia. Pero la indignación por la indignación no es un modo de pensar”, apunta Fillon y añade “la complejidad del mundo actual reclama, en primer lugar, la lucidez y la exigencia intelectual porque no todo es blanco o negro. Pero también es preciso que haya actos”. El primer ministro considera que “ante la difícil tarea que supone para Francia el actuar, se debe evitar el fácil recurso de la contestación”.



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