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Ante la incertidumbre de la solvencia de España, en declaraciones a LA GACETA, Arnaud Fournier, analista de la sociedad de gestión francesa, Schelcher Prince gestion, asegura que los inversores no son capaces de “medir el estado en el que se encuentra la situación financiera de cada país”. En España los bancos han sufrido el impacto de la crisis económica en el sector inmobiliario y el problema es que “los fondos monetarios afectados son muy importantes”.
Es decir, hay muchas inversiones y muchos clientes. “Se supone que estos fondos son seguros, sobre todo, en la en la zona euro que cuenta con una referencia monetaria, entre comillas, sin riesgo”. El experto financiero añade que “por este motivo, si un país, como es el caso de España, no puede devolver sus deudas, esto genera una gran presión de cara a los clientes de unos fondos que cuentan con importantes sumas de inversiones”.
Soluciones globales
Arnaud Fournier asegura que el sector bancario espera “un plan de apoyo global a los países que más lo necesitan”, como España, Grecia o Portugal. “Esperamos soluciones y acuerdos unánimes procedentes del conjunto de países que forman la Unión Europea, asegura. “No nos sirve de nada que cada país aporte sus soluciones individuales, que no proporcionan la garantía de que los problemas vayan a resolverse, “España puede proponer ideas para reducir su déficit público pero no puede garantizar que dispone de los medios para ello”. ”España no tiene garantías para financiar sus ambiciones”, “Se necesitan proyectos globales, al menos en Europa, para evitar una catástrofe”, afirma Fournier. En este sentido, el experto ha citado el caso de Lehman Brothers. “Aunque demasiado tarde, todo el mundo se puso de acuerdo en las mismas soluciones, lo que alivió a los inversores”.
Propuesta francesa
Ante un panorama preocupante sobre la situación económica de Grecia y España, Francia propone que los países establezcan un porcentaje máximo del PIB que el déficit público no podrá sobrepasar. Un dato que deberá registrarse en la ley financiera de cada país o en la propia constitución.
Ante un panorama preocupante sobre la situación económica de Grecia y España, Francia propone que los países establezcan un porcentaje máximo del PIB que el déficit público no podrá sobrepasar. Un dato que deberá registrarse en la ley financiera de cada país o en la propia constitución.
Xavier Bertrand, secretario general del partido político de Sarkozy, afirma que “en el futuro no se podrá gastar como se ha hecho hasta ahora”. La idea de imponer un límite al déficit, se inspira en el ejemplo de Alemania donde la constitución prevé limitar el déficit público al 0,35 de producto interior bruto a partir del año 2016.
Por el momento, las previsiones que el gobierno francés ha transmitido a la comisión europea, señalan que Francia se comprometerá a que su déficit público pase del 8,2 por ciento del PIB, registrado este año, al 3% en 2013. El primer ministro francés, François Fillon prevé que la “vuelta al equilibrio”, es decir, a un déficit cero llegará en el año 2020.
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