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El titular de Inmigración, Éric Besson, niega que vaya a convertirse por amor a su amante musulmana
Entre leyes, medidas o debates sobre la identidad nacional, los ministros franceses también tienen tiempo para sus asuntos personales. Asuntos que, -se supone-, no deben interferir en la imagen pública del político y que deben, en teoría, permanecer totalmente al margen de su actividad profesional. Sin embargo, las ironías de la vida no dejan indiferentes a los medios.
¿A quién le interesaría que el ministro de inmigración vaya a casarse?A muy poca gente. El caso es que esta información se vuelve más atractiva cuando se descubre que ese ministro, Éric Besson, ministro francés de inmigración e identidad nacional, que es el que ha impulsado leyes patrióticas destinadas a “reforzar los valores de la república” o a luchar contra el choque cultural existente en Francia, con medidas como la prohibición del uso del burka en los lugares públicos, pretende casarse con una mujer tunecina, musulmana, cuya religión le impediría contraer matrimonio con un hombre de distintas creencias. La joven, Yasmine Tordjman, con la que el ministro sale desde hace varios meses, es estudiante en una escuela de arte en París y resulta ser bisnieta del antiguo presidente de Túnez, Habib Bourguiba. Pero hay más, según la página web satírica, bakchic.info, el ministro francés estaría dispuesta a convertirse al islam para poder casarse con ella.
El semanario francés ironiza el rumor de la siguiente manera: « El amor entre la joven Yasmin y el bello Éric no parece entusiasmar a Nabila, la abuela de la chica” y añade “antes de Navidad, Besson realizó un viaje relámpago a Túnez para tranquilizar a la abuela y comprometerse a convertirse al islam antes de la boda, el próximo mes de junio”.
Reacciones
Tras la publicación de esta información la primera reacción del ministro francés ha sido la de desmentirla: “Lamento tener que desmentir una conversión a una religión por la que siento respeto”. “Estoy muy unido al carácter laico de nuestra República”, afirma Besson, que además, ha anunciado que ha puesto el asunto en manos de su abogado.
Esta polémica se produce tras la presentación de los resultados del debate sobre identidad nacional, que ha tenido lugar esta semana. Una iniciativa de Nicolas Sarkozy, que ha contado con una gran acogida por parte de los ciudadanos franceses, pero que ha provocado que Éric Besson sea el centro de las críticas de la oposición socialista.
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