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Antes de afrontarse al desafío de las polémicas pensiones y a las negociaciones con los sindicatos, Sarkozy prepara el terreno mediante un paquete de ayudas destinado a los casi 360.000 parados, afectados por la crisis económica, cuyos derechos han finalizado y que ya no reciben subsidio por desempleo. Esta medida supone, para el Elíseo una bola de prueba que le permitirá tantear la reacción social en un clima de huelgas y protestas que se ya ha convertido en la rutina de este país. Además del terreno del empleo y las pensiones, el gobierno va a centrar sus reformas y medidas, durante los próximos meses, en la agricultura, la sanidad y la seguridad. Todas estas líneas de actuación esbozan los grandes retos para los dos próximos años, con los que Sarkozy podría recuperar la popularidad pérdida durante los últimos meses.
Según los resultados del último sondeo del instituto de encuestas, BVA, el 65% por ciento de franceses preferirían que Nicolás Sarkozy no sea candidato en las próximas elecciones presidenciales de 2012. Sin embargo, una aplastante mayoría del 82% que el actual jefe de estado estará presente en los comicios.
Si el presidente de la republica no se presenta, actualmente, el candidato de derechas favorito es, con un 33% de los votos, el primer ministro, François Fillon, seguido por el último primer ministro de Jacques Chirac y eterno rival de Sarkozy, Dominique de Villepin, al que apoya apoyado un 31% de los franceses. En tercer y puesto lugar de reemplazantes de Sarkozy se sitúan, el alcalde de Burdeos, Alain Juppé y el presidente de la unión por un movimiento popular, UMP, en la Asamblea nacional, Jean-François Copé.
En cuanto al Frente Nacional, Marine Le Pen continúa con la buena racha y consolida sus opiniones favorables. El partido de derechas cuenta con un 29% de apoyos entre los ciudadanos franceses.
Izquierda sin líder
Si la mayoría presidencial se enfrenta a grandes retos antes de las próximas elecciones, la izquierda francesa no tiene menos deberes. La popularidad de Martine Aubry, secretaria general del partido socialista, sube. Pero también aumentan las buenas opiniones de los franceses sobre Bertrand Delanöe, alcalde de París y sobre Dominique Strauss-Kahn, director general del fondo monetario internacional, FMI, que continúa siendo la personalidad de izquierdas favorita de los franceses. No hay que olvidar tampoco a Ségolène Royal, ex candidata socialista de las pasadas elecciones presidenciales y su éxito de los resultados en los últimos comicios regionales -obtuvo la mayoría en la región de Poitou-Charentes, con un 61% de los votos a su favor-. También para Royal, un nuevo horizonte presidencial se vislumbra. Organización, es según el diputado socialista, Arnaud Montebourg, lo que necesita su partido para poder designar al candidato correcto.
Mientras tanto, la opinión pública observa cómo el bipartidismo tradicional empieza a resquebrajarse. El electorado advierte que los dos grandes partidos se parecen demasiado y no aportan soluciones nuevas. Ante esta situación, expertos no descartan la posibilidad de que los ciudadanos se decanten por formaciones que definen claramente el color de su política.
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