viernes, 26 de marzo de 2010

Marine Le Pen: “La actual Unión Europea se está convirtiendo en un Estado totalitario”

Con un porcentaje del 17,5% de los votos en 12 departamentos en las pasadas elecciones regionales, el Frente Nacional vuelve a colocarse en primera línea en el plano político de Francia. Precisamente en el momento en el que su líder histórico, Jean Marie Le Pen, se dispone a pasar el relevo a su hija Marine. “Observamos el futuro con optimismo”, asegura la próxima líder y candidata a la presidencia de la República, que dice esperar impaciente su cita con las elecciones presidenciales de 2012.
-El Frente Nacional ha obtenido un resultado histórico. ¿Cuál ha sido la clave?
-Creo que la clave ha estado en proponer una política diferente. Los franceses se han dado cuenta y creen, sinceramente, que nuestros proyectos son los únicos capaces de poner a Francia, de nuevo, en pie. Por eso nos han otorgado un voto convencido. Nunca antes el Frente Nacional había tenido semejante puntuación en las urnas. Esto demuestra que se abre un nuevo horizonte para nuestro partido.

-Ese horizonte ¿son las presidenciales de 2012?
-Sin duda. La demanda de nuestros votantes nos permitirá preparar las próximas elecciones con mucho interés. Somos los únicos que proponemos un verdadero cambio y tenemos dos años para convencer a los franceses de que tienen una opción distinta.

-¿En qué se basa su nueva política?
-Es la alternativa a una política que consiste en hacernos desaparecer progresivamente. Pretenden hacer desaparecer nuestro pueblo mediante la sumisión migratoria y nuestra economía mediante la sumisión de la competencia internacional. No existe una verdadera alternancia entre la izquierda y la derecha. Es falso. Tanto el Partido de Nicolas Sarkozy (la Unión por un Movimiento Popular), como los socialistas imponen a los ciudadanos lo que éstos no quieren. Ejemplo de ello, es el Tratado de Lisboa, que había sido rechazado en referéndum; el mercado salvaje, el ultra liberalismo y todas esas reglas que no interesan al pueblo. Este empeño de imponer me recuerda a lo que nos vendía el comunismo en otro tiempo.

-Parece que no está de acuerdo con las reglas que rigen la competencia internacional...
-Un país desarrollado nopuede competir con uno emergente porque sus productos están sometidos a reglas fiscales, sociales, medioambientales que no existen para los productos que importamos nosotros. Esta situación es catastrófica para nuestra economía. No podemos someternos a esta competencia desleal que nos está matando.

-Una de las cuestiones que ha sido clave en el nacimiento del Frente Nacional ha sido la inmigración. ¿Es eficaz el Gobierno francés en este aspecto?
-El Gobierno habla mucho, pero no ha hecho nada. Cada año siguen entrando en Francia 400.000 inmigrantes. Según la normativa europea, si su situación se regulariza, ya pueden instalarse en cualquier país. Francia es un destino muy interesante porque los que llegan se encucon escolarización, hospitales, viviendas sociales… Todo gratis. Los que pagan son los contribuyentes. Estamos hartos de tener que hacernos cargo también de los gastos que generan los inmigrantes, cuando aquí ya tenemos cinco millones de parados. No tenemos los medios suficientes para sufragar esos costes.

- Entonces, ¿qué propone su partido?
-Aquí ya no hay empleo. Así que, para empezar, hay que ofrecer trabajo primero a nuestros compatriotas. Además, hay que frenar, de una vez por todas, la entrada de nuevos inmigrantes.

- Según el Frente Nacional, ¿es ese el mayor problema de Francia? O, si no, ¿cuál sería?
-La supresión de fronteras es la raíz de todos los problemas en Francia. Ya hemos visto el resultado de una libre circulación de capitales sin control: la crisis económica. Y ¿qué podemos decir de la libre circulación de personas por todo el territorio? El resultado es un descontrol absoluto de quién entra y quién sale de nuestro país, por supuesto, en detrimento de la comunidad nacional. Además, esta supresión de fronteras genera también la libre circulación de productos sin ninguna protección razonable.

-¿Quiere decir que el problema procede de la apertura de la Unión Europea a otros países?
-Exacto. Nos hacen creer que la Unión Europea es una estructura democrática, pero es totalitaria. Prueba de ello es que Francia vota contra la constitución en 2005 y al final nos la imponen con un nuevo nombre, el de Tratado de Lisboa. Francia o España han caído en ese ultraliberalismo y totalitarismo mundialista que pretende suprimir todas las fronteras y todas las protecciones de las naciones. Se empeñan en creer que cuantos más seamos, mejor, y es justo lo contrario. Tenemos que aceptar que nos hemos equivocado y dejar de perseguir un sueño inalcanzable. El problema es que los ciudadanos son los perjudicados: La Europa actual es una Europa en la que los dirigentes sueñan y el pueblo sufre.

-¿Cuál sería, entonces, el modelo de Europa por el que apuestan en su partido?
-Se necesita una Europa de inmersión. Es decir, de cooperación entre naciones que permanezcan soberanas. Y no un estado totalitario europeo, que es en lo que se está convirtiendo la actual Unión Europea, que no hace más que imponer leyes inaceptables que sólo dan problemas. Yo propondría una Unión compuesta por los países de la vieja Europa, en la que cada país proteja su seguridad, su identidad y su economía.

-¿Qué haría su partido si alcanzara la presidencia de la República?
-Propondría a la Unión Europea negociar los tratados para que se restablezcan las fronteras económicas. Si no, Francia no tendría más remedio que salir de la Unión, porque lo que no va a hacer es estamparse contra la pared oponiéndose al conjunto de países europeos. Está claro que Europa no es capaz de proteger el mercado interno de cada país. Esto no quiere decir en absoluto que descartemos la solidaridad o que vivamos en autarquía. Podemos y, de hecho, debemos tener acuerdos comerciales entre países en el marco de una solidaridad internacional.

jueves, 25 de marzo de 2010

Villepin reaparece con sed de venganza

“Es el odio de Nicolas Sarkozy lo que me impulsa a volver a la política”. Así de explícito se mostró el último primer ministro de la era Chirac, Dominique de Villepin, durante la presentación de su nueva formación política. Villepin se siente decidido a luchar por sus ideas y a defender su proyecto que “irá más allá de toda divergencia”.
Todavía con la resaca del proceso Clearstream, Villepin, que logró escapar del “gancho de carnicero” en el que Sarkozy pretendía colgarle, reaparece en la escena política francesa con un movimiento “libre, independiente y abierto a todos”, que podría ser una “alternativa” de derechas a la Unión por un Movimiento Popular, UMP, en las próximas elecciones presidenciales de 2012. El partido de Villepin, que se fundará oficialmente el próximo 19 de junio, reclama una “cambio de política” y congregará, asegura, “a todas las personas de buena voluntad”.
Ante una nueva elección política en 2012, Según el último sondeo publicado por el Instituto francés de opinión pública, los franceses de izquierdas se mostrarían favorables, mientras que los conservadores se opondrían. Concretamente, el 44% de las personas interrogadas apostarían por la candidatura de Villepin a las presidenciales y el 53% opina lo contrario. Los datos son favorables para el ex ministro si se compara con los últimos sondeos publicados a finales de 2009, que otorgaban a Villepin entre un 8 y un 10% de las intenciones de voto en la primera vuelta de las próximas elecciones.

Si bien, desde el Elíseo, Sarkozy se muestra –aparentemente- indiferente ante las ambiciones de su eterno rival y opina que no existe “espacio” para un candidato suplementario, el jefe de estado francés ya ha comenzado a reclutar tropas variadas –por si las mouches-: ha incluido en su gobierno a un chiraquiano –François Baroin- ; y a un villepinista –Georges Tron-.

martes, 23 de marzo de 2010

Tras la derrota, maquillaje al gobierno

Aunque el presidente francés, Nicolás Sarkozy, había prometido a los miembros de su Gobierno que, tras los resultados de las elecciones regionales, conservarían su cartera, la derrota fue tan contundente que las cabezas tuvieron que rodar, aunque lo hicieron menos de lo esperado. El peor parado ha sido el ministro francés de Trabajo, Xavier Darcos, que encabezaba las listas de la UMP a la presidencia de Aquitania, y que sufrió un verdadero varapalo en las urnas, al obtener el 28,01% de los votos, menos de la mitad del 56,34% del socialista Alain Rousset.

Darcos ha sido remplazado por el actual ministro del Presupuesto, Eric Woerth, que queda al mando de la polémica reforma de las pensiones. Así, el diputado de la UMP François Baroin, quien ya fue ministro con el anterior presidente francés, Jacques Chirac, y que se considera el heredero de su línea política, se queda con el cargo de Woerth.

Pero la gran sorpresa llegó con el primer ministro, François Fillon. Cuando todo apuntaba a una posible destitución, sobre todo después de su discurso de la noche electoral donde aseguró que asumiría “su responsabilidad”, Sarkozy decidió que Fillon no debería pagar los platos rotos.

Además de la salida de Darcos, los medios franceses especularon ayer con cambios de algunos de los secretarios de Estado conocidos como “de apertura”, cuya trayectoria antes de entrar en el Gobierno estaba más bien en la izquierda.
De este modo, Sarkozy comienza la etapa más difícil de su mandato. Pero no porque se enfrente a una derrota electoral –la UMP sólo va a gobernar en tres de las 26 regiones del país, mientras que la izquierda lo hará en las otras 23–. Su gran reto es que le quedan dos años para poner en marcha unas reformas aparcadas que podrían salvarle de la decepción en la opinión pública.
Fillon ya insistió en que los resultados de los comicios mostraban que los franceses están “inquietos” porque temen que desaparezca su modo de vida, caracterizado por “un alto nivel de desarrollo, pero también de protección social”, lo que no se podrá seguir financiando sin las reformas que propone el Gobierno.

La principal de esas reformas, programada para la segunda parte de este año, es la del sistema de pensiones, que todos los responsables de la UMP y del Gobierno han subrayado que se va a mantener.

¿Errores?
El escritor y profesor de la Escuela Nacional de Administración francesa, Nicolas Baverez, considera que el mayor error fue la reacción de Sarkozy cuando, al percatarse de que los sondeos entre Presupuestosla opinión pública no eran favorables, decidió “romper con la ruptura”. Es decir, aplazar y frenar las reformas que había impulsado. Baverez considera que ante una crisis de liderazgo “no se deben interrumpir las reformas, sino que se debe cambiar “el estilo de la hiperpresidencia y el modelo de Gobierno”. Aún así, el profesor cree que “existe una parte de injusticia en el rechazo presidencial” porque en un “contexto mucho más complicado, el mandato de Sarkozy es mucho mejor que el de sus predecesores”.

viernes, 19 de marzo de 2010

François Fillon, favorito entre los conservadores


La derecha francesa tiene un nuevo protagonista: el primer ministro François Fillon, que en primera línea del campo de batalla y bajo el lema “todavía nada está jugado”, ha comenzado una gira de apoyo a los candi¬datos de su partido, –especialmente a los ocho ministros cabezas de lista en el frente–, con la espe¬ranza de rescatar de la indiferencia al porcentaje de abstencionistas que deberían votar por su formación política, la Unión por un Movimiento Popular, UMP, el próximo domingo 21 de marzo durante la segunda vuelta de las elecciones regionales en Francia. Y no solo por eso. Según revela el último sondeo realizado en este país por el instituto de Encuestas y estudios de mercado, BVA, un 43% de los simpatizantes de la mayoría presidencial, prefiere a Fillon frente a un 29% que apuesta por Sarkozy, como candidato para las próximas elecciones presidenciales de 2012.

Para Gaël Sliman, director adjunto de este organismo, si el “revés electoral” durante la segunda vuelta se confirma, la situación “se complicará para Nicolas Sarkozy”. Por categorías profesionales, el jefe de estado francés es favorito entre los altos ejecutivos, las profesiones liberales e intermedias así como entre los empleados o los obreros. Sin embargo, a diferencia del presidente de la república, el número de opiniones favorables sobre la política de Fillon se incrementa ligeramente.

En su incesable empeño por movilizar a sus tropas, Fillon ha apelado a los miembros de su partido a la “responsabilidad” y a la “disciplina” con el objetivo de obtener una lección del pasado escrutinio. Ante la apertura de Nicolas Sarkozy, -que muchos consideran motivo de decepción para los electores de su partido-, Fillon ha recordado que en Francia “un solo campo no debe monopolizar el poder”, justificando así, la elección del jefe de estado de conceder a miembros de izquierdas importantes cargos.

Todos a las urnas
Siguiendo indicaciones procedentes del Palacio del Elíseo, el primer ministro francés rechaza la teoría del “voto castigo” al fracaso de la estrategia presidencial y achaca el resultado electoral de la primera vuelta a la abstención, consecuencia de una falta de movilización.

En su gira electoral, –esta vez en Orleans-, una vez más. Fillon ha apelado a sus compatriotas de derechas a acudir a su cita con las urnas el próximo domingo 21 de marzo. “Hay que convencer” a los simpatizantes de la UMP para que cumplan con su deber democrático. También, el partido de Sarkozy deberá convencer a aquellos electores que, decepcionados, deciden apostar por el Frente Nacional. En estos momentos es “lo único que importa”, asegura el presidente de la UMP en la Asamblea nacional.

Autocrítica
Tras el resultado electoral, algunos parlamentarios del mismo partido de Sarkozy se han mostrado más críticos. En este sentido, el diputado de la Unión por un Movimiento Popular en la Asamblea Nacional, Bernard Debré, antiguo ministro del gobierno de Edouard Balladur, no ha dudado en reconocer que su partido está “negando la realidad”. En la misma línea, el ex ministro, François Baroin, espera que este “tortazo” electoral les sirva para “despertarse” y reaccionar.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Indignación en Dammarie-les-Lys

Los episodios de delincuencia forman parte de la rutina en la localidad francesa de Dammarie-les-Lys, a sesenta kilómetros de la capital. Por eso, a los habitantes no les llama la atención el ajetreo o el ruido de sirenas policiales en la calle. “Yo creía que se trataba de un nuevo robo o que la policía perseguía a traficantes”, comenta a LA GACETA un vecino. La violencia en las afueras de París, sobre todo, en ciudades de paso a otras más grandes, es algo común de lo que ya se ha dejado de hablar.

A diferencia de otros sucesos, en esta ocasión, la muerte del brigada Jean-Serge Nérin, de 52 años, -30 al servicio de la patria-, fallecido tras el tiroteo con grupo de etarras sorprendidos por una patrulla policial, ha sido noticia. “Era el mejor policía del pueblo y casi todo el mundo le conocía”, asegura a este periódico, el propietario del café ‘L’amendier’, que, consciente de que los sucesos son un tema de conversación frecuente en su establecimiento, no logra comprender cómo un gendarme puede morir de una manera “tan injusta”. Nunca antes había oído hablar de ETA. “No sé exactamente lo qué es”, asegura. No es el único. A 800 kilómetros de Hendaya, los paisanos de esta localidad no terminan de comprender la relación entre el asesinato del policía y la banda terrorista.

Entre sus clientes más asustados, el dueño del taller en el que se produjo el robo de los seis coches. El hombre, que no ha tenido tiempo ni para comer, relata angustiado cómo uno de los terroristas le apuntaba con una pistola mientras le preguntaba la contraseña de la alarma. “Me ataron y me encerraron en el despacho, cogieron las llaves y huyeron en los coches”. “Por pura casualidad”, según explica el dueño del café, la policía se percató de las anomalías que se sucedían y actuó con rapidez.

martes, 16 de marzo de 2010

A por la segunda vuelta...

Mientras que la mayoría presidencial apela desesperadamente al voto de sus electores; el Partido Socialista, que con un 29% de los sufragios, ha obtenido la mayoría en la primera vuelta de las regionales, se moviliza para intentar negociar con los partidos con los que podría formar coalición ante el próximo combate del ‘deuxième tour’ que tendrá lugar el próximo domingo, 21 de marzo. Sin embargo, tanto los Verdes como Europa Ecología se mantienen reacios ante una posible fusión con el Partido Socialista.

La derecha, con casi un 27% de los votos, ha retomado la campaña electoral, que se intensificará durante los próximos días antes de la “nueva elección”, tal y como definen miembros del partido de Nicolás Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular, UMP, a la segunda vuelta.

En primera línea del campo de batalla, François Fillon, primer ministro francés que, bajo el lema “todavía nada está jugado”, ha comenzado una gira de apoyo a los candidatos de su partido, -especialmente a los ocho ministros cabezas de lista en el frente-, con la esperanza de rescatar de la indiferencia al porcentaje de abstencionistas que deberían votar por su formación política, la UMP, el próximo domingo. “Iremos hasta el final”, asegura el primer ministro de Sarkozy y añade, haciendo referencia a los resultados electorale, “la aritmética es una ciencia, la dinámica, otra”. Aritméticamente hablando, la ministra francesa de Educación y candidata en la región parisina, Île de France, Valérie Pécresse, se sitúa en una posición ventajosa -28%- frente a su rival de izquierdas, el actual presidente de esta comunidad, Jean-Paul Huchon -25%-. Sin embargo, los sondeos anticipan una derrota de Pécresse durante la segunda vuelta. En la comunidad de París, el partido de los Verdes –que podría formar coalición con el PS- ha obtenido más de un 16% de los votos.

Todos a votar
La derecha necesita que los ciudadanos franceses voten para demostrar que el pueblo no está enfadado con la mayoría presidencial. Así lo afirma el ministro de educación y también candidato en Aquitanía, Xavier Darcos que rechaza la teoría de la ex rival de Sarkozy en las pasadas elecciones presidenciales de 2007, y candidata vencedora de la primera vuelta en la región de Poitou-Charentes, Ségolène Royal, que evoca la idea de un posible “voto castigo” contra la política de Sarkozy.

“Cuando el ciudadano quiere protestar vota en contra, no se queda en casa”, asegura Darcos.
Jean-François Copé, presidente de la UMP en la Asamblea nacional, recuerda que el mensaje de su partido “es muy claro”. “Es absolutamente necesario movilizar a los electores que votaron a favor de Nicolás Sarkozy en 2007 y que en esta ocasión no han acudido a su cita con las urnas”. En las pasadas legislativas, el jefe de estado francés había obtenido más de un 31% de los votos en la primera vuelta.

Ministros al borde del precipicio

Por no romper con la tradición, un importante número de ministros y de secretarios de estado son candidatos en las elecciones regionales. En total diecinueve de treinta y ocho miembros del equipo del primer ministro francés, François Fillon. Pase lo que pase, el jefe de estado francés, Nicolás Sarkozy, ha querido tranquilizar a los ministros y ha excluido una remodelación de su gobierno tras el fin de las regionales, el próximo 21 de marzo. Además, el presidente de la República ha felicitado a sus “valientes” compañeros presentes en el combate. Si bien, los ministros no perderán su cartera tras el combate, la política de algunos de ellos podría verse bastante perjudicada tras los resultados de la segunda vuelta.

Ejemplo de ello sería el caso de Valérie Pécresse, ministra francesa de educación y candidata de la región Île de France (Comunidad de París). El reto de las regionales se anuncia complicado para Pécresse que ha perdido dos puntos en los sondeos. A pesar de ello, si las previsiones no fallan, la ministra de educación obtendría la mayoría al final de la primera vuelta con el 30% de los sufragios. Su principal adversario, Jean-Paul Huchon, contaría con una intención de votos de 26 puntos, seguido por Cécile Duflot –Europa Ecología-. Si bien éste podría ser el resultado de hoy, para la segunda vuelta se prevé una gran diferencia entre la candidata de derechas que tan solo alcanzaría el 40% de los votos frente a una mayoría aplastante del 60%, prevista para el socialista en la capital francesa.

También el ministro de trabajo, Xavier Darcos –candidato en Aquitania- debería evitar una vasta derrota en las regionales porque corre el riesgo de debilitarse políticamente a pocos meses de impulsar su delicada reforma de las pensiones que podría perder toda credibilidad, si bien, desde principios de esta semana, Nicolás Sarkozy ha recordado que estos comicios deberán limitar las consecuencias al ámbito regional y no al nacional.

lunes, 15 de marzo de 2010

La abstención arrasa en las regionales

Peor que nunca. Ni siquiera las últimas previsiones anticipaban una cifra tan baja. La participación en los comicios autonómicos ha sido, incluso, menor que en las elecciones de 1998, año en el que los ciudadanos reflejaron su descontento. Esta vez, la indiferencia de los franceses se ha traducido por una tasa record de abstención en la primera vuelta de las elecciones regionales del 53,5%, frente al 39% registrado durante la primera vuelta de las elecciones de 2004. Ahora, habrá que esperar hasta la segunda vuelta, que tendrá lugar el próximo 21 de marzo, para conocer los resultados definitivos.

A pesar de que su partido no ha resultado ser el gran vencedor de la jornada electoral, el presidente francés, Nicolás Sarkozy acudía sonriente a votar acompañado por su mujer, Carla Bruni-Sarkozy. Como ellos, cada presidente de cada formación política se dirigía temprano al colegio electoral para depositar su elección. Sin embargo, ni el ejemplo de la clase política ni la campaña electoral han podido movilizar a más de la mitad de electores que han preferido no cumplir con su deber democrático.

Resultados
Unos 44 millones de electores franceses estaban llamados a participar en los comicios de ayer para renovar el gobierno de los consejos de las veintidós regiones y de los cuatro departamentos de ultramar. Según los últimos cálculos, el Partido Socialista y sus aliados, se sitúan a la cabeza de los resultados electorales con un 29% de los votos, seguidos por el partido de Nicolás Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular, UMP en coalición con Nuevo Centro, que han logrado un 27% de los sufragios. Conforme a las previsiones, con un 12,5% de los votos, el tercer puesto en estas elecciones autonómicas ha sido para el partido Europa Ecología. El Frente Nacional, presidido por Jean Marie-Le Pen, que necesitaba alcanzar la barrera del 10% para poder permanecer durante la segunda vuelta, ha superado el 11% de los votos.

De las 22 regiones que componen el país, en la primera vuelta, el partido de Sarkozy ha logrado la mayoría en ocho, entre ellas, las dos autonomías gobernadas por la derecha, Alsacia y Córcega. En la primera, el candidato de la UMP en esta región, Philippe Richert, ha obtenido la mayoría con el 38% de los sufragios. En la isla de Córcega la derecha también ha alcanzado la mayoría con más de un 21% de los sufragios.

Tal y como preveían las estimaciones en la región parisina, Île de France, la ministra francesa de Educación y candidata en esta región, Valérie Pécresse, ha conseguido un 29% de los votos, frente al 28% que ha obtenido el socialista, Jean-Paul Huchon, actual presidente de la región.
“Nada está jugado”
Tras la jornada electoral de ayer, la atención ahora se centra en la segunda vuelta. El primer ministro francés, François Fillon, ha asegurado que todavía “nada está jugado” porque hay que esperar antes de conocer las cifras definitivas del próximo domingo. Fillon ha apelado a sus compatriotas de derechas a “movilizarse y a acudir a las urnas”.
Desde el Frente Nacional, satisfecha con los resultados obtenidos por su partido, Marine Le Pen, candidata en la región francesa Nord-Pas-de-Calais, ha apelado, igualmente a los electores y a aquellos que se sienten “decepcionados” a acudir votar para “expresar su descontento”.

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/internacional/abstencion-arrasa-primera-vuelta-las-regionales-francia

domingo, 14 de marzo de 2010

La abstención en Francia prevé derrotar hoy a izquierda y derecha


¿A quién votarían los ciudadanos que deciden no acudir a su cita con las urnas? La abstención representará hoy en Francia la gran incógnita en la primera vuelta de las elecciones regionales. Unos cuarenta y cinco millones de ciudadanos deberían votar para renovar el gobierno de los consejos de las veintidós regiones en Francia y de los cuatro departamentos de ultramar. Los sondeos, favorables para la izquierda, prevén también una elevada tasa de indiferencia.

Según las últimas encuestas publicadas por el Instituto Francés de Opinión Pública –Ifop-, casi la mitad de las personas interrogadas no va a votar. Ante esta actitud de despreocupación, sobre todo entre los simpatizantes de la derecha, -que esperan los resultados de las reformas impulsadas por el presidente-, la prudencia se impone en las predicciones que otorgan, en la primera vuelta, un 30% de las intenciones de voto a la mayoría presidencial en coalición con el partido de centro derecha.

Pero en Francia, la abstención durante las elecciones no es ninguna novedad. Remontémonos a los años ochenta. Durante los primeros comicios regionales celebrados en este país, en marzo del año 1986, la abstención tan solo superó ligeramente el 22% del electorado inscrito. Este éxito se debió a que el escrutinio tuvo lugar durante el mismo periodo que las elecciones legislativas, lo que favoreció una fuerte motivación electoral. Seis años más tarde, durante las regionales de 1992, la abstención se disparó hasta superar el 31%. En 1998, los ciudadanos reflejaron su descontento en las urnas con una tasa de abstención que alcanzó la cifra record del 45% del electorado. Finalmente, durante las últimas elecciones regionales de 2004, la tasa de ciudadanos que no acudió a votar fue del 40% entre las dos vueltas.

Hipótesis
Según este mismo sondeo del Ifop, la mayoría de los electores decididos a participar en los comicios durante los días de hoy y el próximo 21 de marzo son hombres. El perfil del abstencionista es el siguiente: “joven, urbano, popular y trabajador en el sector público”, detalla el mismo estudio. La indiferencia entre este sector de la población podría “perjudicar tanto al Partido Socialista como al Frente Nacional”, añaden analistas de este instituto, que prevén que las personas mayores, los ejecutivos y los habitantes del medio rural deberían movilizarse, lo que supone “una esperanza para el partido del presidente galo, Nicolás Sarkozy”, Unión por un Movimiento Popular, UMP. Por otra parte, “los obreros y los parados se habrían reconciliado” con los socialistas, y elegirían, por tanto, a este partido.

“Conseguiremos el 10%”
El partido de Jean Marie-Le Pen necesita alcanzar la barrera del 10% de los sufragios para poder permanecer durante la segunda vuelta, en la que el enfrentamiento entre el Partido Socialista, el Frente Nacional y la UMP, provocarían, según el diario francés Le Figaro, la muy probable derrota general de la mayoría presidencial en las regiones, como ocurrió hace seis años.

Le Pen se muestra confiado y asegura que su partido “conseguirá” en al menos diez regiones del país, el 10% de los votos”. Si estas previsiones no fallan, el Frente Nacional logrará su objetivo en las regiones de Provenza-Alpes Costa Azul y el Norte-Pas de Calais, donde Jean-Marie Le Pen y su hija Marine son respectivamente cabezas de lista. Además, esta formación política podría obtener igualmente un resultado de dos cifras en las regiones de Picardía, en Champagne-Ardenne, en Lorena, en Alsacia, en Alta Normandía y en Rhône-Alpes. Estas previsiones de los sondeos provocan, desde hace meses, el malestar de la derecha que confía en que este adversario no alcance dichos resultados.


Últimos sondeos
En coalición con los verdes, el Partido Socialista había superado, en 2004, el 36% de los sufragios frente al 34% registrado por la UMP y el partido de centro derecha, presidido por François Bayrou, Unión por la Democracia Francesa, UDF.

Lejos de las pasadas elecciones legislativas de 2007 en las que Nicolás Sarkozy logró un 31% de los votos y Ségolène Royal –PS- un 26%, poco antes de la primera vuelta, las últimas predicciones oficiales otorgan en las regionales de este año, a la UMP y a sus aliados una puntuación, en la primera vuelta, de entre el 29% y el 30% de los sufragios. Un resultado que supondría un empate con el PS en solitario. Según el Ifop, Europa Ecología obtendría un 14% de los votos y los Verdes esperan conseguir, al menos, la presidencia en una región.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Sarkozy se implica en las elecciones regionales para frenar a la izquierda

Francia ha entrado oficialmente en periodo de campaña electoral. Durante las próximas dos semanas, los candidatos de los partidos políticos combatirán por alcanzar la mayoría en la región o, al menos, el máximo número de votos posible. Catorce días en los que las dos formaciones políticas principales en Francia: UMP –Unión por un Movimiento Popular- y PS –Partido socialista- acapararán toda la atención de los medios.

Aunque prometió no hacerlo porque “las regionales no son asunto del gobierno”, a diferencia de sus predecesores, Nicolas Sarkozy se ha implicado en la campaña electoral y ha solicitado el apoyo de los miembros de su partido a la candidata por la Comunidad de París –Ile de France-, la ministra de educación, Valérie Pécresse, víctima de una reciente polémica.

Para apoyar a los candidatos de la UMP, el jefe de estado francés les ha convocado en el Palacio del Eliseo, donde también han asistido miembros del gobierno. Durante la reunión, Sarkozy ha apelado a los políticos a “centrarse en los problemas de los ciudadanos, como los transportes y la seguridad”.

En este sentido, Bernard Debré, diputado del partido de Sarkozy, UMP, en la Asamblea nacional, asegura en declaraciones a La Gaceta, que el problema más importante en la región de París –gobernada por la izquierda- es el de la “falta de seguridad”. “El incremento de los guetos, la droga y las bandas violentas”. “Una situación que afecta a la convivencia de la república, a la integración de las minorías y que debe ser la prioridad del gobierno de esta región”, asegura Debré.

Demagogia
El problema al que se enfrenta la derecha es la abstención. En las pasadas elecciones regionales de 2004, la tasa de abstención alcanzó el 40% en la primera vuelta. Este año, se prevé que esta cifra sea superior, aunque menor que en 1998, cuando los ciudadanos refleja¬ron su descontento en las urnas con una tasa de abstención que alcanzó la cifra récord del 45% del electorado.

Ante la indiferencia de los ciudadanos por acudir a las urnas, el diputado Bernard Debré, asegura que “a través del voto, los ciudadanos tienen la posibilidad de contribuir al fin de la crisis”.

Además, “hay que votar por la mayoría presidencial sin escuchar las promesas demagógicas de la izquierda, que rechaza las reformas y la realidad.”, comenta Debré y recuerda que tras la crisis habrá que enfrentarse, sobre todo, al “incremento del paro”. “El gobierno francés ha reaccionado bien ante los problemas y así lo seguirá haciendo en el futuro”.