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La derecha francesa tiene un nuevo protagonista: el primer ministro François Fillon, que en primera línea del campo de batalla y bajo el lema “todavía nada está jugado”, ha comenzado una gira de apoyo a los candi¬datos de su partido, –especialmente a los ocho ministros cabezas de lista en el frente–, con la espe¬ranza de rescatar de la indiferencia al porcentaje de abstencionistas que deberían votar por su formación política, la Unión por un Movimiento Popular, UMP, el próximo domingo 21 de marzo durante la segunda vuelta de las elecciones regionales en Francia. Y no solo por eso. Según revela el último sondeo realizado en este país por el instituto de Encuestas y estudios de mercado, BVA, un 43% de los simpatizantes de la mayoría presidencial, prefiere a Fillon frente a un 29% que apuesta por Sarkozy, como candidato para las próximas elecciones presidenciales de 2012.
Para Gaël Sliman, director adjunto de este organismo, si el “revés electoral” durante la segunda vuelta se confirma, la situación “se complicará para Nicolas Sarkozy”. Por categorías profesionales, el jefe de estado francés es favorito entre los altos ejecutivos, las profesiones liberales e intermedias así como entre los empleados o los obreros. Sin embargo, a diferencia del presidente de la república, el número de opiniones favorables sobre la política de Fillon se incrementa ligeramente.
En su incesable empeño por movilizar a sus tropas, Fillon ha apelado a los miembros de su partido a la “responsabilidad” y a la “disciplina” con el objetivo de obtener una lección del pasado escrutinio. Ante la apertura de Nicolas Sarkozy, -que muchos consideran motivo de decepción para los electores de su partido-, Fillon ha recordado que en Francia “un solo campo no debe monopolizar el poder”, justificando así, la elección del jefe de estado de conceder a miembros de izquierdas importantes cargos.
Todos a las urnas
Siguiendo indicaciones procedentes del Palacio del Elíseo, el primer ministro francés rechaza la teoría del “voto castigo” al fracaso de la estrategia presidencial y achaca el resultado electoral de la primera vuelta a la abstención, consecuencia de una falta de movilización.
En su gira electoral, –esta vez en Orleans-, una vez más. Fillon ha apelado a sus compatriotas de derechas a acudir a su cita con las urnas el próximo domingo 21 de marzo. “Hay que convencer” a los simpatizantes de la UMP para que cumplan con su deber democrático. También, el partido de Sarkozy deberá convencer a aquellos electores que, decepcionados, deciden apostar por el Frente Nacional. En estos momentos es “lo único que importa”, asegura el presidente de la UMP en la Asamblea nacional.
Autocrítica
Tras el resultado electoral, algunos parlamentarios del mismo partido de Sarkozy se han mostrado más críticos. En este sentido, el diputado de la Unión por un Movimiento Popular en la Asamblea Nacional, Bernard Debré, antiguo ministro del gobierno de Edouard Balladur, no ha dudado en reconocer que su partido está “negando la realidad”. En la misma línea, el ex ministro, François Baroin, espera que este “tortazo” electoral les sirva para “despertarse” y reaccionar.
Para Gaël Sliman, director adjunto de este organismo, si el “revés electoral” durante la segunda vuelta se confirma, la situación “se complicará para Nicolas Sarkozy”. Por categorías profesionales, el jefe de estado francés es favorito entre los altos ejecutivos, las profesiones liberales e intermedias así como entre los empleados o los obreros. Sin embargo, a diferencia del presidente de la república, el número de opiniones favorables sobre la política de Fillon se incrementa ligeramente.
En su incesable empeño por movilizar a sus tropas, Fillon ha apelado a los miembros de su partido a la “responsabilidad” y a la “disciplina” con el objetivo de obtener una lección del pasado escrutinio. Ante la apertura de Nicolas Sarkozy, -que muchos consideran motivo de decepción para los electores de su partido-, Fillon ha recordado que en Francia “un solo campo no debe monopolizar el poder”, justificando así, la elección del jefe de estado de conceder a miembros de izquierdas importantes cargos.
Todos a las urnas
Siguiendo indicaciones procedentes del Palacio del Elíseo, el primer ministro francés rechaza la teoría del “voto castigo” al fracaso de la estrategia presidencial y achaca el resultado electoral de la primera vuelta a la abstención, consecuencia de una falta de movilización.
En su gira electoral, –esta vez en Orleans-, una vez más. Fillon ha apelado a sus compatriotas de derechas a acudir a su cita con las urnas el próximo domingo 21 de marzo. “Hay que convencer” a los simpatizantes de la UMP para que cumplan con su deber democrático. También, el partido de Sarkozy deberá convencer a aquellos electores que, decepcionados, deciden apostar por el Frente Nacional. En estos momentos es “lo único que importa”, asegura el presidente de la UMP en la Asamblea nacional.
Autocrítica
Tras el resultado electoral, algunos parlamentarios del mismo partido de Sarkozy se han mostrado más críticos. En este sentido, el diputado de la Unión por un Movimiento Popular en la Asamblea Nacional, Bernard Debré, antiguo ministro del gobierno de Edouard Balladur, no ha dudado en reconocer que su partido está “negando la realidad”. En la misma línea, el ex ministro, François Baroin, espera que este “tortazo” electoral les sirva para “despertarse” y reaccionar.
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