viernes, 26 de marzo de 2010

Marine Le Pen: “La actual Unión Europea se está convirtiendo en un Estado totalitario”

Con un porcentaje del 17,5% de los votos en 12 departamentos en las pasadas elecciones regionales, el Frente Nacional vuelve a colocarse en primera línea en el plano político de Francia. Precisamente en el momento en el que su líder histórico, Jean Marie Le Pen, se dispone a pasar el relevo a su hija Marine. “Observamos el futuro con optimismo”, asegura la próxima líder y candidata a la presidencia de la República, que dice esperar impaciente su cita con las elecciones presidenciales de 2012.
-El Frente Nacional ha obtenido un resultado histórico. ¿Cuál ha sido la clave?
-Creo que la clave ha estado en proponer una política diferente. Los franceses se han dado cuenta y creen, sinceramente, que nuestros proyectos son los únicos capaces de poner a Francia, de nuevo, en pie. Por eso nos han otorgado un voto convencido. Nunca antes el Frente Nacional había tenido semejante puntuación en las urnas. Esto demuestra que se abre un nuevo horizonte para nuestro partido.

-Ese horizonte ¿son las presidenciales de 2012?
-Sin duda. La demanda de nuestros votantes nos permitirá preparar las próximas elecciones con mucho interés. Somos los únicos que proponemos un verdadero cambio y tenemos dos años para convencer a los franceses de que tienen una opción distinta.

-¿En qué se basa su nueva política?
-Es la alternativa a una política que consiste en hacernos desaparecer progresivamente. Pretenden hacer desaparecer nuestro pueblo mediante la sumisión migratoria y nuestra economía mediante la sumisión de la competencia internacional. No existe una verdadera alternancia entre la izquierda y la derecha. Es falso. Tanto el Partido de Nicolas Sarkozy (la Unión por un Movimiento Popular), como los socialistas imponen a los ciudadanos lo que éstos no quieren. Ejemplo de ello, es el Tratado de Lisboa, que había sido rechazado en referéndum; el mercado salvaje, el ultra liberalismo y todas esas reglas que no interesan al pueblo. Este empeño de imponer me recuerda a lo que nos vendía el comunismo en otro tiempo.

-Parece que no está de acuerdo con las reglas que rigen la competencia internacional...
-Un país desarrollado nopuede competir con uno emergente porque sus productos están sometidos a reglas fiscales, sociales, medioambientales que no existen para los productos que importamos nosotros. Esta situación es catastrófica para nuestra economía. No podemos someternos a esta competencia desleal que nos está matando.

-Una de las cuestiones que ha sido clave en el nacimiento del Frente Nacional ha sido la inmigración. ¿Es eficaz el Gobierno francés en este aspecto?
-El Gobierno habla mucho, pero no ha hecho nada. Cada año siguen entrando en Francia 400.000 inmigrantes. Según la normativa europea, si su situación se regulariza, ya pueden instalarse en cualquier país. Francia es un destino muy interesante porque los que llegan se encucon escolarización, hospitales, viviendas sociales… Todo gratis. Los que pagan son los contribuyentes. Estamos hartos de tener que hacernos cargo también de los gastos que generan los inmigrantes, cuando aquí ya tenemos cinco millones de parados. No tenemos los medios suficientes para sufragar esos costes.

- Entonces, ¿qué propone su partido?
-Aquí ya no hay empleo. Así que, para empezar, hay que ofrecer trabajo primero a nuestros compatriotas. Además, hay que frenar, de una vez por todas, la entrada de nuevos inmigrantes.

- Según el Frente Nacional, ¿es ese el mayor problema de Francia? O, si no, ¿cuál sería?
-La supresión de fronteras es la raíz de todos los problemas en Francia. Ya hemos visto el resultado de una libre circulación de capitales sin control: la crisis económica. Y ¿qué podemos decir de la libre circulación de personas por todo el territorio? El resultado es un descontrol absoluto de quién entra y quién sale de nuestro país, por supuesto, en detrimento de la comunidad nacional. Además, esta supresión de fronteras genera también la libre circulación de productos sin ninguna protección razonable.

-¿Quiere decir que el problema procede de la apertura de la Unión Europea a otros países?
-Exacto. Nos hacen creer que la Unión Europea es una estructura democrática, pero es totalitaria. Prueba de ello es que Francia vota contra la constitución en 2005 y al final nos la imponen con un nuevo nombre, el de Tratado de Lisboa. Francia o España han caído en ese ultraliberalismo y totalitarismo mundialista que pretende suprimir todas las fronteras y todas las protecciones de las naciones. Se empeñan en creer que cuantos más seamos, mejor, y es justo lo contrario. Tenemos que aceptar que nos hemos equivocado y dejar de perseguir un sueño inalcanzable. El problema es que los ciudadanos son los perjudicados: La Europa actual es una Europa en la que los dirigentes sueñan y el pueblo sufre.

-¿Cuál sería, entonces, el modelo de Europa por el que apuestan en su partido?
-Se necesita una Europa de inmersión. Es decir, de cooperación entre naciones que permanezcan soberanas. Y no un estado totalitario europeo, que es en lo que se está convirtiendo la actual Unión Europea, que no hace más que imponer leyes inaceptables que sólo dan problemas. Yo propondría una Unión compuesta por los países de la vieja Europa, en la que cada país proteja su seguridad, su identidad y su economía.

-¿Qué haría su partido si alcanzara la presidencia de la República?
-Propondría a la Unión Europea negociar los tratados para que se restablezcan las fronteras económicas. Si no, Francia no tendría más remedio que salir de la Unión, porque lo que no va a hacer es estamparse contra la pared oponiéndose al conjunto de países europeos. Está claro que Europa no es capaz de proteger el mercado interno de cada país. Esto no quiere decir en absoluto que descartemos la solidaridad o que vivamos en autarquía. Podemos y, de hecho, debemos tener acuerdos comerciales entre países en el marco de una solidaridad internacional.

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