viernes, 9 de julio de 2010

El Gobierno francés, fuera de sospecha


“Calumnias y conspiración”. Para el Gobierno francés las acusaciones que le implican en el caso Bettencourt no son más que una estrategia para desacreditar su imagen. Y la prueba es que la ex contable de la heredera de L’Oréal, Claire Thibout, que había implicado al Ejecutivo en el escándalo, se ha retractado y asegura que el medio que publicó su testimonio ha “decorado” sus declaraciones.

“Nuestra mejor respuesta es nuestra unidad, nuestra calma”. En primera línea del frente, el primer ministro francés, François Fillon, que ha salido al campo de batalla para defender al presidente y al ministro de Trabajo y para anunciar que por el momento no habrá remodelación ministerial. “No cederemos ante esta agitación”, ha asegurado Fillon. “Defiendo a Eric Woerth como lo haría con cualquiera que fuese brutalmente presa de una vindicta sin pruebas”. “Estamos ante un adversario imperceptible e hipócrita llamado rumor”, ha aseverado. También ha recordado a sus compatriotas: “Cuando llegue el momento seremos juzgados sobre la manera en la que habremos encarrilado el país por las vías del crecimiento y del empleo”.

Retractación
Según el diario francés Le Monde, Thibout afirma ahora que “nunca dijo” que Nicolas Sarkozy recibiera sobres con donaciones privadas de Bettencourt, entre 1983 y 2002, cuando era alcalde de Neuilly, tal y como reflejaba el periódico digital Mediapart. El mismo diario describe que los cuadernos de notas que la policía ha investigado contradicen el testimonio de la ex contable, que aseguraba que en 2007 había retirado 50.000 euros en efectivo para darle la suma al gestor de la fortuna de Bettencourt, Patrice de Maistre, quien posteriormente se la entregaría a Eric Woerth, que en ese momento era tesorero del partido de Nicolas Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular, (UMP). Aunque se ha localizado la prueba de que se retiró ese dinero del banco, no existen indicios de que se entregara tal cantidad al actual ministro de Trabajo. Woerth ha presentado una querella contra la persona que ha realizado las “acusaciones calumniosas”.

“No hay pruebas que demuestren que el dinero se empleó para otro fin que no fuera el de dinero de bolsillo de la familia Bettencourt”, ha precisado el abogado de la millonaria, Georges Kiejman. “Nada demuestra que Bettencourt financie ilegalmente la política”. El abogado justifica de esta manera que la familia Bettencourt retira cantidades importantes de dinero del cajero regularmente. “Unos fondos que se destinan a médicos, amigos, cocineros, al consejero de moda…” Kiejman asegura que la ex contable se siente “dolida por su despido”, de la casa de Bettancourt y de ahí, su reacción.

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