martes, 13 de julio de 2010

Sarkozy denuncia la "campaña de calumnias" del 'caso Bettencourt'

“Francia no es un país corrupto”, aseguró el presidente francés, Nicolás Sarkozy ayer en una entrevista emitida por la cadena France2. Aunque el Gobierno está fuera de la polémica, cuando el “mundo político pierde el norte”, Sarkozy sale para mostrar el rumbo. Por eso, el jefe de Estado se dirigió anoche a sus compatriotas para concluir con el escándalo que durante tres semanas ha envenenado el clima político en este país. En primer lugar, Sarkozy reafirmó su apoyo al ministro francés de Trabajo que es un hombre “honesto, competente y que tiene toda mi confianza”, añadió, y que, por tanto, “continuará estando al cargo” de la polémica reforma de las pensiones, que hoy se presenta en Consejo de Ministros. El presidente francés ha descartado una remodelación ministerial hasta octubre.

“Las reformas impulsadas por el gobierno molestan a algunos y, con frecuencia, la respuesta a ese malestar son las calumnias”, aseguró Sarkozy, haciendo referencia a las acusaciones de las últimas semanas, que calificó de “campaña

El presidente francés se defendió de las críticas en televisión. / Reutersde mentiras”, cuyo objetivo es obstaculizar la reforma de las pensiones y que Woerth ha soportado “con dignidad”. “Me han descrito como alguien que iba a casa de Bettencourt a buscar sobres: es una vergüenza”, denunció el presidente galo ante las acusaciones de la ex contable de la heredera de L’Oreal, quien más tarde se retractó de su testimonio. También recordó que hace tres meses su esposa y él ya “aguantaron los peores cotilleos” sobre su vida privada. “Hemos perdido el tiempo durante tres semanas en vez de ocuparnos de los verdaderos problemas que todavía no se han resuelto, cuando lo que la gente espera de mi es que les saque de la crisis”. “A los ciudadanos les pido confianza”, aseguró ante las cámaras el jefe de Estado francés.

Exculpado
Sarkozy ha sido exculpado la semana pasada tras la retractación de la ex empleada de Liliane Bettencourt y con la publicación del informe de la Inspección General de Finanzas –organismo de izquierdas- el ministro francés de trabajo queda también fuera de sospecha. “Durante sus funciones como ministro del presupuesto, Éric Woerth nunca intervino para pedir, impedir u orientar alguna decisión o control sobre las operaciones fiscales de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt”, precisa el informe. “Me siento aliviado porque por fin se ha demostrado la verdad”, aseguró el ministro de Trabajo.

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