martes, 27 de julio de 2010

Sarkozy promete “represalias” tras el asesinato del rehén francés

“Soy Michel Germaneau, el ciudadano francés retenido por Al Qaeda. Padezco una grave enfermedad del corazón y no tengo medicamentos. Sufro enormemente debido al calor. Espero que encuentre una buena solución para mí, señor presidente de la República francesa”. Con estas palabras, el rehén francés retenido desde el pasado mes de abril por una de las cúpulas de la organización islamista Al Qaeda, y finalmente asesinado, solicitaba la ayuda del jefe de Estado. Una cinta con esta grabación y una foto, difundidas el pasado 13 de mayo, fueron los últimos signos de vida del voluntario. Después de amenazar al Gobierno durante los últimos meses, los terroristas reivindicaron ayer el asesinato, que posteriormente verificó el Ministerio francés de Defensa.

“Este crimen no quedará impune”. Nicolas Sarkozy prometió ayer represalias ante un acto “odioso y bárbaro”. “No ha habido ningún tipo de negociación porque siempre se han negado a dialogar”, aseguró el jefe de Estado, que insistió en condenar firmemente la “barbarie que le ha costado la vida a una víctima inocente".

Sarkozy afirmó que el ultimátum del 11 de julio –en el que Al Qaeda fijaba como fecha límite el 26 de julio a medianoche– no era más que el “anuncio de un asesinato programado”.

Los terroristas aseguraron que el asesinato es la respuesta a la muerte de los seis terroristas, pero el presidente aseguró que el rehén podría llevar muerto más tiempo porque desde el 13 de mayo no se sabía nada de él.

Germaneau tenía 78 años y era voluntario en una ONG. El pasado 19 de abril fue secuestrado junto a su chofer al norte de Níger, donde supervisaba la construcción de una escuela. A cambio de su libertad, los terroristas reclamaban la liberación de varios miembros.

Tras el supuesto ultimátum –que ni siquiera respetaron– y en un intento desesperado por intentar localizar al rehén, una veintena de soldados franceses participaron, desde el pasado jueves, en una operación organizada por la Armada mauritana contra una de las bases de Al Qaeda. Seis miembros del grupo terrorista murieron, pero ni rastro de Germaneau.

Sarkozy anunció, además, que el ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, se ha desplazado a la zona para verificar las medidas de seguridad puestas en marcha en Níger, Mauritania y Mali para proteger a los residentes franceses. También recomendó a sus compatriotas no desplazarse a estas zonas. “Este crimen debe reforzar la lucha contra el terrorismo”, añadió.

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