● El peso de la ley recaerá en los hombres que obliguen a las mujeres a llevarlo
Los diputados franceses adoptaron ayer por 335 votos a favor y tan sólo uno en contra el proyecto de ley sobre la prohibición del velo integral en todo el territorio. Cuando la ley se promulgue, nadie podrá, “en todo el espacio público, llevar una vestimenta que oculte el rostro”. La multa máxima para estas personas será de 150 euros, pero también tendrán la opción de realizar un curso de ciudadanía.
La severidad de esta ley recae en “aquellas personas que obliguen a una mujer a cubrirse el rostro”. El segundo artículo instaura un nuevo delito ante la imposición de un velo integral, que se añadirá al capítulo cinco del Código Penal sobre los atentados contra la dignidad de la persona. Por tanto, tras la aprobación definitiva de la ley, será ilegal imponer esta prenda a una mujer “por medio de la violencia, amenazas o abuso de poder o de autoridad”.
Aquellos hombres musulmanes que no respeten la legislación están expuestos a un año de cárcel y a multas de hasta 30.000 euros. Una pena que podría doblarse en el caso de que las víctimas sean menores de edad.
Si bien, los partidos políticos Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nuevo Centro y los radicales de izquierdas otorgaron un voto favorable al proyecto de ley, el grupo socialista y los Verdes decidieron no participar en el escrutinio y se ausentaron del Parlamento en ese momento.
El presidente del partido UMP, en la Asamblea Nacional, Jean-François Copé, denunció la “hipocresía” de la oposición socialista por negarse a votar el proyecto de ley anti burka.
“Es lo que yo denomino una cita hipócrita”, señaló. “Ante un asunto tan esencial, la izquierda asegura que el burka choca, que no forma parte de los valores de la República y que hay que hacer todo lo posible por impedirla. Sin embargo, no es favorable a una ley que la prohíba”, recalcó el ministro.
Para los socialistas, su decisión está “ligada a la fragilidad jurídica del sistema”. “Una manera de alimentar ese ambiente de hipocresía del que los socialistas no consiguen salir”, contestó Copé.
Para llegar a impulsar la legislación sobre la prohibición del velo integral, Nicolas Sarkozy se ha apoyado jurídicamente en las libertades y garantías esenciales de la vida en comunidad. Es decir, que se deben dar unas exigencias mínimas que favorezcan el orden público y también que faciliten el ejercicio de otras libertades. Francia considera que todas las personas deben llevar la cara al descubierto en cualquier espacio público. Para su elaboración, los redactores del texto aseguran se han inspirado en los “valores del país”.
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