jueves, 9 de septiembre de 2010

Entrevista. "Si Carla Bruni fuera iraní,el régimen de Ahmadineyad la habría condenado a muerte"

Afchine Alavi, representante de la oposición iraní en el exilio

El Gobierno iraní de Mahmud Ahmadineyad ha cedido a la presión internacional y ha anunciado la revisión de la condena a muerte impuesta a Sakineh Ashtiani por adulterio. Sin embargo, la lapidación es una práctica común en el país, según denuncia la oposición iraní en el exilio.

“La lapidación es una violación de los derechos humanos que no tiene nada que ver con el islam”. Maryam Radjavi, presidenta del Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI) –con sede en París– y líder de la oposición, condenaba con estas palabras el destino que sufren muchas mujeres “indefensas” en Irán que, al igual que Sakineh Mohammadi Ashtiani, “sufren la represión y los crueles castigos de un régimen integrista”.

“La lapidación, las amputaciones o la violación de los prisioneros son el pan de cada día en el régimen de los mulás y se trata de métodos inhumanos de un poder que quiere mantenerse generando el terror”. “Cometen actos para aterrorizar a los iraníes y también asesinan en Palestina, en Irak y en Líbano. Enfrente del terror, la resistencia del pueblo se desarrolla y se subleva”, comentó durante el discurso que pronunció sobre el islam y la democracia. “La lucha del pueblo iraní continuará hasta el fin del régimen”, aseguró.

En la misma línea, el iraní Afchine Alavi, miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores del CNRI, declaró a LA GACETA que el de Irán es “un régimen integrista y diabólico, como dice Maryam Radjavi, que no duda en masacrar a hombres y mujeres indefensos”, e insistió: “Un comportamiento cruel y represor lejano a nuestra religión”. Además, Alavi remarcó que “la dictadura religiosa es la peor de todas y por ello la combatimos”.

Precisamente, en defensa de los derechos humanos, Carla Bruni mostró públicamente su apoyo a Sakineh Mohammadi-Ashtiani a través de una petición internacional iniciada por Bernard-Henri Lévy y que también ha firmado el ex presidente francés, Jacques Chirac y el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner –quien estaba dispuesto a desplazarse a Teherán-.

Ante las violentas reacciones del diario de Teherán, Kayhan, -medio que controla el gobierno de Irán- contra Carla Bruni, Afchine Alavi apuntó: “Desde el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní condenamos firmemente los insultos perpetrados contra la primera dama de Francia”.

“Régimen olvidado y debilitado”

“Esta arrogancia es propia de un régimen que no solo falta al respeto a la esposa del presidente francés, si no, que es capaz de condenar a muerte por lapidación o por ahorcamiento en un país en el que se tortura, se asesina, se viola, se secuestra…”, aseguró.

“Un país donde se comenten los peores horrores contra la humanidad y donde, por supuesto, si Bruni fuera iraní, la habrían condenado a muerte por apoyar y defender a una mujer acusada de adulterio”, añadió Alavi.

Además, el miembro del CNRI comentó a este periódico que “no hay que olvidar que el poder de los mollahs se comporta así con la primera dama de Francia porque está aislado y debilitado, tanto en el interior como en el ámbito internacional”. “Quieren que olvidemos las barbaries que se cometen en las prisiones contra los ciudadanos que se oponen al poder”, sentenció Alavi.

Interrogado sobre la represión y la falta de libertad que sufren los medios de comunicación, Alavi considera que “para sobrevivir, esta dictadura necesita reprimir cualquier forma de libertad de pensamiento, de expresión de prensa”.

Finalmente, Afchine Alavi, apeló a todos los países a “acabar con este régimen terrorista”. “La única solución para poner fin a este comportamiento es la de acabar con el régimen opresor de Irán” y concluyó: “El mundo debe movilizarse para apoyar a la resistencia iraní”.

Junto a ellos, más de 1.000 personas, entre los que figuraban representantes de todos los países de Oriente Medio, parlamentarios, defensores de los derechos humanos del mundo árabe o políticos franceses, entre otros, se reunieron en París la semana pasada para denunciar, de nuevo, los más de “30 años de sangre y tragedia que sufre el pueblo iraní” y “el genocidio y la masacre de 30.000 prisioneros políticos”, según afirmó Radjavi, quien insistió en que “el régimen iraní abusa del islam para mantenerse en el poder y comete los crímenes en nombre de la religión”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario